A veces faltan palabras, o sobran, o las utilizamos mal. Si digo que te quiero, aunque lo sienta en el alma, te estoy diciendo lo de siempre. Lo de ayer, lo de antesdeayer y lo de entonces.
Sin embargo, si te dijera "café con churros", levantarías la cara, sonreirías y sabrías que te estoy hablando de aquella mañana en la que estuve a punto de besarte.
Carlos Gismera
Muy bueno. Me quedo pensando en el desgaste de las palabras y en cuando dejan de tener significado.
ResponderEliminarMuchas gracias, Victor, muy amable.
ResponderEliminarLa verdad es que utilizamos las mismas palabras para situaciones totalmente diferentes y pierden demasiado con el uso indiscriminado que se hace de ellas.
Un abrazo.